¿Dios Quiere Matarte?


¿Dios Quiere Matarte?

Hace ya algunos años, una buena amiga compartió conmigo un artículo que había encontrado en internet. La verdad es que no recuerdo el título del artículo con exactitud. Creo que era algo así como: “Dios quiere matarte” o “Dios quiere que mueras”. Lo que sí recuerdo es que, al leer aquel título las preguntas que saltaron a mi mente fueron: ¿Qué Dios que? ¿Qué Dios quiere matarme? ¿Acaso Dios se complace en matar gente? Un poco raro, ¿no?

Sin embargo, en medio de unas de las predicaciones de domingo en mi iglesia, he vuelto a recordar aquel artículo que había impactado mi vida. En un momento de la predicación, mi pastora mencionó que el dicho tan común de: “Dios no nos da carga que no podamos soportar” era falso. Esta aseveración la apoyaba en 2 Corintios 1:8 que dice: “Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas (énfasis añadido) de tal modo que aún perdimos la esperanza de conservar la vida. Y de repente, un “flashback” de aquel artículo vino a mi mente. Así que a continuación te cuento porque Dios quiere matarte.

En 2 Corintios 1, Pablo comenta sobre sus aflicciones padecidas en Asia. Dice que tales aflicciones fueron mucho más allá de sus fuerzas, pero Dios le daba consolación (2 Corintios 1:5). De la misma manera que abundaban sus aflicciones, también abundaba su consolación a través de Cristo. Tales aflicciones fueron tan graves que Pablo pensó que perdería la vida, pero Dios le libró (1 Corintios 1:10). Como seres humanos pasamos por diferentes aflicciones, aflicciones de todo tipo. Haciéndonos ver que eso que se dice: “Dios no te da carga que no puedas soportar” es un dicho muy lejos de la verdad. En ocasiones, Dios sí nos da cargas (aflicciones) que no somos capaces de soportar; Que van más allá de nuestras propias fuerzas. A tal punto, que perdemos la esperanza de conservar la vida o nos queremos echar a morir. Pablo lo demuestra diciendo: “…fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas … perdimos la esperanza de conservar la vida (énfasis añadido)” 2 Corintios 1:8. Es posible padecer aflicciones (físicas o emocionales) que van más allá de nuestra propia capacidad para soportarlas. ¿Por qué Dios permite esto? La respuesta está en el siguiente versículo: “Pero tuvimos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios (énfasis añadido) que resucita a los muertos” 2 Corintios 1:9. Dios lo permite para que no confiemos en nosotros mismos, sino en él. En otras palabras, Dios lo permite para hacernos morir. Para matar nuestra autosuficiencia y hacernos ver que lo necesitamos más que a nadie (Eclesiastés7:14).

Sí, Dios quiere matarte. Dios quiere matar tu independencia, tu orgullo y la necedad que creerte sabio en tu propia opinión (Proverbios 3:7). Es con él y a través de él que podemos lograr las cosas; No por nosotros mismos, por otra persona o por el contexto que nos rodea (Filipenses 4:13). Es a través de él que somos fortalecidos para continuar; Porque cuando somos débiles, es que podemos decir que somos fuertes. No

fuertes en nuestras propias fuerzas, sino fuertes por medio del poder de Dios que se perfecciona en nuestros momentos más débiles (2 Corintios 12:9). Sí, Dios quiere que ya no confíes en ti mismo, sino en él (2 Corintios 1:9). No temas, porque junto a tu aflicción recibirás también el consuelo que tanto tu alma necesita y eso es suficiente para pasar el proceso. Déjate morir en los brazos de Dios.

Escrito Por:  Marlin Torres


Comments