Seguir a Jesús no es una Cuestión de Emoción, es una Cuestión de Decisión.
Seguir a Jesús no es una Cuestión de Emoción, es una Cuestión de Decisión. “Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejorconocimiento.Por eso, lo único que deseo es conocer a Cristo; es decir, sentir el poder de su resurrección, sufrir como él sufrió, y aun morir como él murió”. Filipenses 3:8 y 10 (TLA) Nuestro primer encuentro con Jesús, pudo haber despertado un sin número de emociones en nuestro corazón. La cuestión es que seguir a Jesús no se trata de emociones, se trata de decisiones. No seguimos a Jesús por lo que sentimos, sino por lo que conocemos acerca de él y lo que experimentamos a través de la oración. Es lo que conocemos y experimentamos lo que produce la convicción en nuestro corazón para decidirnos por él a diario. No es que digo que las emociones son malas. De hecho, no lo son. Las emociones son parte integral de nuestra personalidad. Sin embargo, las...