Seguir a Jesús no es una Cuestión de Emoción, es una Cuestión de Decisión.


Seguir a Jesús no es una Cuestión de Emoción, es una Cuestión de Decisión.

“Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, 
con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no 
hay mejorconocimiento.Por eso, lo único que deseo es 
conocer a Cristo; es decir, sentir el poder de su resurrección,
 sufrir como él sufrió, y aun morir como él murió”.

Filipenses 3:8 y 10 (TLA)

Nuestro primer encuentro con Jesús, pudo haber despertado un sin número de emociones en nuestro corazón. La cuestión es que seguir a Jesús no se trata de emociones, se trata de decisiones. No seguimos a Jesús por lo que sentimos, sino por lo que conocemos acerca de él y lo que experimentamos a través de la oración. Es lo que conocemos y experimentamos lo que produce la convicción en nuestro corazón para decidirnos por él a diario.

No es que digo que las emociones son malas. De hecho, no lo son. Las emociones son parte integral de nuestra personalidad. Sin embargo, las mismas son muy inconstantes y cambian dependiendo de nuestras circunstancias externas.

¿Alguna vez has echado una pastilla de menta a un envase de refresco de soda? ¿Has visto el resultado? Una vez lo hice, el resultado es impresionante. El refresco de soda sale disparado de su envase, como si fuese agua brotando bruscamente de una fuente, hasta que el recipiente queda casi vacío. Nuestra experiencia emocional se parece a eso. Cuando reducimos nuestros encuentros con Jesús al ámbito emocional, nos convertimos en ese envase de refresco de soda. En el encuentro, la emoción sale disparada de nuestro corazón. Nos sentimos felices y llenos de gratitud, pero tan pronto se acaba la actividad cristiana (culto de iglesia, campamento, retiro… “you name it”) nos quedamos vacíos.

Para experimentar esa sensación efervescente, de manera constante en nuestras vidas, es necesario conocer más a Jesús. Conocerlo a través de la lectura bíblica y a través de la oración. Entonces, será Jesús tu decisión diaria, no importando lo que ocurra a tu alrededor.

Escrito por: Marlin Torres


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